Siempre les comento a mis alumnos lo que yo buscaba con el yoga; era poder parar mi actividad metal, que tanto me agotaba. La primera clase de yoga me enganchó para siempre, por todo lo que me removió, la suavidad de los movimientos, la respiración calmada, el poder estar disfrutando del momento sin que hubiera nada más.
Después de 15 años de práctica personal eso es lo que me sigue enamorando del yoga. Voy avanzando en la vida, a la vez que voy avanzando en mi práctica de yoga. Y es lo que me hizo dar un paso más y formarme como Profesora de Yoga, a través de la Escuela Internacional del Yoga, con formación en el Centro Yoga Ganesha con José Navarro y como Monitora de Yoga por la Escuela Parasanitaria y Deportiva.
Movida por el deseo de ahondar aún más, he comenzado a practicar de manera profunda y constante en Yoga Iyengar, no dejo de practicar, escuchar, aprender, recibir cursos, asistir a seminarios, leer cada día…..absorbo todo lo que puedo y todo lo que tenga que ver con esta disciplina milenaria maravillosa.
En mis clases es lo que quiero transmitir con secuencias que hace de la postura una meditación en movimiento y nos ayuden a estar presentes en cada asana, en cada respiración en cada movimiento del cuerpo, implicándome en mi trabajo al 100% y entregando todo el amor y dedicación en cada una de mis clases.
Mi agradecimiento al Yoga y a mis maestros es inmenso, infinito. Gracias por dejarme ver que hay muchas cosas que aprender y que todo esto es sólo el principio…
Namaste
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